SOLLE
Ayuntamiento de Puebla de Lillo
NOMINACIÓN y EMPLAZAMIENTO
No hay mucho acuerdo entre los lingüistas con respecto al significado de SOLLE. Para Javier García es un derivado de la raíz Sol, que en interpretación de Trombethi, significa en sentido oronímico terreno montuoso. Para el Padre agustino Casiano García proviene de Sub-Calle, significando bajo el collado. Por su procedencia celta-vasca de Solloa o Solo significaría pastizal, campo, heredad, prado. Se emplaza a 1.250 metros de altitud en un estrecho valle con boscosas colinas, donde se unen tres arroyos formando el río de la Rosa que se remonta a más de cuatro kilómetros en el valle del Arenal, de donde traen las aguas para surtir la población.
Vista parcial de Salte Confina al norte con Redipollos, al oriente con el puerto de Linares, al mediodía con término de Orones y al poniente con San Cibrián. En su término concejil destaca el monte de la Biesca poblado de avellanos, el puerto de Linares, el valle de Solle y el Requejín. Hay un antiguo camino que va por Linares a Lois y Reyero, y es un resto de la antigua calzada que unía Pardomino con Sahagún, y aquí se llama «Camino de los Frailes», que se dirigía a Atebedo, con alberguería en el puerto, por donde venían los feriantes con yeguas y novillos a las ferias del Pilar en Boñar el 12 de octubre. Su población es hoy de 98 habitantes de hecho.
LA DESCRIPCIÓN DE MADOZ EN 1845
Lo clasifica como Lugar a 10 leguas de León y 4 leguas y media de su partido Riaño, hoy Cistierna. Queda situado en un estrecho valle a la izquierda del Porma con clima frío y sano y buenas aguas potables. Lo constituían en tales fechas 34 vecinos, 135 almas, que disponían de 38 casas. Había una escuela de primeras letras dotada con 350 reales a la que asistían 30 niños de ambos sexos. La iglesia parroquial de San Pedro estaba servida por un cura de primer ascenso y libre colación y una capilla u oratorio público dedicada a la Virgen. Terreno montañoso, áspero y de mala calidad por el que corren las aguas de cuatro arroyos perennes. Confina con Redipollos, Orones, Lois y San Cibrián. Hay un monte de roble y haya y otro de pinos. Los caminos son locales y carreteros; recibe la correspondencia de Lillo. Produce trigo, centeno, lino y cebada, legumbres, hortalizas y pastos. La industria cuenta con tres colmenas, tres molinos harineros, la elaboración de queso, manteca y corta de madera.
SOLLE EN EL CATASTRO DE LA ENSENADA.
La comisión.
El juez subdelegado Don Juan de Reyero Coronel formaliza las declaraciones de' este catastro que se prestan el 5 de octubre de 1752 por el cura párroco Don Joseph García, el regidor por el estado noble Pedro Fernández, el regidor por el estado general Joseph Rodríguez y los peritos del concejo Pedro Ramos y Bernardo Rodríguez. Todas estas declaraciones bajo juramento por Dios Nuestro Señor bajo una señal de cruz en forma de crucifijo se hallan en un microfilm en el archivo histórico de León. Declaran que Solle es Lugar, con señorío del común, en fuerza de privilegio y venta Real con que se halla incorporado a los demás de su jurisdicción, de cuya regalía goza con derechos jurisdiccionales de nombramiento de justicias y oficiales que resultan de esta venta con certificado que presentan en San Cibrián de esta jurisdicción (se custodiaba en los Autos de San Cibrián).
La población.
Sus 36 vecinos, 7 viudas y un habitante disponen de 59 casas habitables y 24 hórreos «fundados» de madera sobre cuatro pies de piedra, que sirven para la guarda de frutos. No se paga por señorío. No hay pobre de solemnidad. Todos son labradores de pancoger, aunque hay también 16 vecinos que se dedican a la guarda de ganados lanares finos y ganan 4 reales por día. Si algún forastero llega, por no ser regular su tránsito, e hiciere mansión o noche se hospeda en la casa de la taberna o casa de regidores, donde se les «comunica» lo necesario a estilo de la patria.
El término concejil.
La extensión de su término concejil mide una legua de oriente a poniente, media legua de norte a mediodía y tres leguas en redor. Al oriente confina con término de los Estados de Thoral, al mediodía con término de Orones, al poniente con término de San Cibrián y al norte con término de Río de Pollos. Disponen de cinco molinos harineros de una rueda que muelen con agua de! monte, con utilidad de 80 reales cada molino al año. Son e! de la Ferrera, e! Pardal, el de Allende, e! de la Terrera y el de Pedro Ramos. Entre seis vecinos juntan 36 pies de colmenas que les rinden dos reales cada una entre miel y zera. Los gastos Los diezmos se pagan en 2/3 para el párroco y 1/3 para el obispo, 48 heminas de centeno todo e! Lugar como primicia a la iglesia y 7 cuartillos de centeno por vecino como voto a Santiago de Galicia. Las alcabalas les supone 123 reales de vellón que pagan a Don Thomás Castañón, regidor de León, y no sabe con qué título o pertenencia las recibe. Se las cobra en tres tercios: a fines de abril, de agosto y de diciembre. La taberna no les da utilidad y tienen que atenderla de corrida por semanas. Por e! diezmo de puertos y cáñama pagan al cura 753 reales, otros 53 reales por réditos de un censo a razón del 3% a Don Pedro Sierra clérigo capellán de Pallide, 12 reales a la institución Canto de Regla de la catedral, 10 reales a la casa de inocentes de Valladolid, 100 reales para cera y las fiestas de! Corpus y letanías, 56 reales de 23 misas votivas al año y 500 reales por la recomposición de una puente en el río caudal, los pontones de las calzadas, la presa forera y las fuentes.
LOS PUERTOS DE SOLLE.
El puerto de la Biesca.- Su extensión es de 500 heminas, dista 70 pasos de la población. Confina al norte y el oriente con el común de este lugar, al mediodía con Orones y al poniente con San Cibrián. Arriendan el pasto para ganados lanares finos a la Compañía de Jesús de la ciudad de Segovia en 959 reales de vellón. - La ensancha que llaman la Solana.- Su extensión es de 20 heminas, dista 2.000 pasos de la población. Confina al norte con San Cibrián y al oriente, mediodía y poniente con propios del común del lugar. Arriendan a Don Bernardo Asenjo vecino de Segovia en 30 reales. El puerto del Corral. Su «cabimiento» es de 480 heminas, dista 4.000 pasos de la población. Confina por todos sus aires con propios del común de este lugar. Arriendan a los Padres de la Compañía de Jesús en 959 reales. El puerto del Zano. Su cabimiento es de 350 heminas, dista 70 pasos de la población. Arriendan a Don Lorenzo de Robles, vecino de la villa y corte de Madrid, en 680 reales de vellón. El puerto de Valdesolle. Su extensión es de 1.000 heminas, dista 200 pasos. Confina al norte y poniente con propios del común, al oriente con término del Estado de Thoral y al mediodía con Pallide. Arriendan a Señor Marqués de Iturbieta, vecino de Madrid, en 2.000 r. La Buaría del Valle.- Extensión de 450 heminas, dista 2.000 pasos de la población. Confina al oriente con el término de Reinamón del Estado de Thoral, y al poniente, mediodía y norte con el común. Arriendan a Don Francisco Bernardo Asenjo, vecino de Segovia, en 800 reales. El puerto del Estado de Thoralle llaman Reinamón; hoyes del pueblo, adquirido por compra a los marqueses de Thoral. Por cierto, que se mantiene la leyenda de que en el puerto de Reinamón hay enterrada una bolera de ro bajo una losa que tiene en su cara esculpida una cruz.
NUESTRA VISITA A SOLLE.
Visitamos Solle en un resplandeciente día de agosto en inolvidable excursión. El lugar se encuentra tendido a lo largo de una calle principal muy larga con otras bocacalles pendientes que se abocan a ambos lados. Pontones, peñascos, declives van caracterizando el suelo accidentado del emplazamiento. En el bar Cascos fuimos amablemente acogidos y contrastamos nuestros apuntes de archivo con la realidad palpitante del terreno y vida local. Tras admirar el paisaje y localizar los nombres de los parajes de todo el entorno se brindó muy atenta la señora Dolores la de Gaspar para mostrarnos los dos templos de Solle, que recogen la vida devocional de las gentes.
La ermita de la Virgen del Camino está emplazada en el centro del pueblo. Es una capilla de una sola nave con tres arcos de piedra. En el dintel de la puerta hay cincelada una salutación mariana: AVE MARIA PURISSIMA - ANO MDCCLXXIII (1773). Al fondo entra la luz por un vitral con la cruz y el sudario. El pequeño campanil de su espadaña expande su llamada. En su retablo del XVIII se veneran las imágenes de San Roque y Santa Agueda en tallas de madera con festividades el 16 de agosto y el 5 de febrero. La imagen de la Virgen del Camino es de escayola, sin valor artístico, y su fiesta la celebran el 15 de septiembre. En el retablo hay un bonito relieve de San José.
La iglesia parroquial está dedicada a San Pedro, con imagen de escayola. El templo se encuentra emplazado en un altozano. Su espadaña muestra un ojo de buey y otro más pequeño a ras del suelo. A la entrada se halla una lauda sepulcral de 1.701. Tanto en la puerta de entrada como en la de la sacristía hay dos bonitos arcos de piedra. La iglesia es de una sola nave con cuatro arcos fajones de piedra. Tienen valor artístico las tallas de la Virgen del Rosario en la capilla mayor, otras dos tallas del XVIII en la capilla lateral referentes a San José y San Roque y una pequeña talla de Santa Bárbara en la sacristía. Desde el altozano se divisa el hermoso monte de avellanos de la Biesca. De este lugar de Solle procedía el reverendo Fernández Alonso, profesor del seminario rumano de Cluj, ciudad de tradición metalúrgica, donde este soIlezano inventó un aparato para mejorar los metales. Avanzada la hora, tras las correrías por estos pueblos montañeses, despedido ya Solle, a la vera del arroyuelo rumoroso la pradería nos brindó un bonito lugar para el descanso y gustar de la merienda que tan fina y abundante había preparado Herminia. Las aguas bulliciosas y cantarinas del arroyo de la Rosa prestaron frescor suficiente para enfriar el caldo de cepas bergidenses, que ya decían los códices de la peregrinación, hay que tener cuidado porque se desliza por la garganta como las lágrimas de un cirio.
LA PEÑA DEL CONCEJO.
Delante de la iglesia de Solle se yerguen airosos varios chopos como centinelas del lugar y un mostajero, en otras zonas llaman mostajal, y a la vera del camino hacia el templo destaca desafiante la roca o Peña del Concejo. El concejo leonés fue una institución de gran empuje histórico. En estos pueblos del alto Porma variaba algo la institución porque en alguna entidad tenían mayor relevancia que los concejos de entidades dependientes de la cabeza municipal. Las pequeñas entidades de población tenían su Junta Vecinal compuesta por el pedáneo y dos vocales, otras por su alcalde por el estado noble y su alcalde por el estado general; para gobernarse toda la jurisdicción tenían su regidor, justicia y escribano. Redipollos con sus otros pueblos de Solle, San Cibrián, Camposolillo, Pallide, Reyero, Viego y Primajas constituían una jurisdicción; Cofiñal tenía su propia jurisdicción. El concejo existía bien para toda la jurisdicción bien para cada una de las entidades de población. El concejo es el concillium vecinorum del Fuero Juzgo. Ese concejo tradicional abierto que Alfonso XI sustituyó por el concejo cerrado o ayuntamiento, en las aldeas se siguió con el concejo abierto, y sus acuerdos los tomaban de forma democrática. La comunidad de vecinos se reunía en redor del campanario, en el pórtico de la iglesia como en San Andrés del Rabanedo, en la bella casa de concejo como en Cerezal de la Guzpeña, en torno al castaño como en Santibáñez del Bernesga, en torno a la moral con sus bancos de asiento como en Alcedo, en torno al tilo sagrado como en Soto de Sajambre, en torno al Negrillón de Bañar, junto a la peña del Extremadero en Castrohinojo de la Cabrera donde también hacían el recuento del ganado y las mujeres frotaban la barriga para ser fecundas. En Solle se reunía el concejo junto a la peña concejil, al lado de la iglesia y bajo campana tañida. Escanciaban el vino por el cántaro de madera y el vaso de plata para los hombres de estado noble y el de cuerno para los del estado general. Aún quedan los vasos en Genicera de los Argüellos, Santa Marina de Valdeón, Caminayo, Portilla de la Reina, Morgovejo, Ferreras del Puerto, Pallide, Primajas. Así como la escuela es la fontana de los hombres, la iglesia es la dirección espiritual, el taller es la comunidad de trabajo, el concejo es el hogar y parlamento del pueblo con sus normas, sus propiedades, sus estructuras, sus egidos, sus bouzas, sus brañas, sus terrenos de compascua, sernas, cotos boyales, campos concejiles. En el concejo se organizan las ve ceras, los repartos de tierras, las suerte del agua de riego y la leña de rozo, pesquisas, daños y prendas, el palo de los pobres, las facenderas, y se daba el vino bien probado, dos tragos e non más, y si había que levantar la voz se decía coño y recoño. Había también inquinas y en el concejo se trataba de todo, hasta los fenómenos naturales. En un pueblo de Luna se trató de suprimir el mes de marzo y pasar de febrerillo el loco a abril hueveril. En otro pueblo leonés la justicia concejil aprobó apalear al mozo forastero que bravuconeó con dejar preñadas a todas las mozas del pueblo. En el concejo se nombraban preseros, campaneros, guardas, traer sementales. Los fueros, en síntesis, eran unas ordenanzas concejiles que venían a consolidar las costumbres y usos que rigen la vida comunitaria dimanada de los concejos abiertos que constituían todo un compendio de derecho consuetudinario. Alfonso IX fue un gran rey leonés amparador y respetuoso con los concejos, no así los Austrias que despreciaron a los procuradores y no hacían caso de sus súplicas, porque antes no suplicaban, proponían.